Nuestro amigo Luis Carramiñana del Centro Soriano de Zaragoza nos envía esta crónica de la fiesta celebrada en Castil de Tierra en honor de la Virgen de los Dolores.
Una fiesta singular
El pasado domingo 13 de Junio, Castil de Tierra celebró su fiesta en honor a la Virgen de los Dolores, que al igual que el año pasado ha contado con una gran presencia de paisanos y amigos de esta tierra que se acercan a este pueblo desde el Centro Soriano de Zaragoza y de otras personas con afinidad con el pueblo de Castil y sus vecinos.
La particularidad que hace que este año la fiesta haya sido singular, se debe principalmente al Concierto Lírico con una gran Antología de la Ópera y de la Zarzuela a cargo de los Amigos de la Música de la Biblioteca de Aragón que tuvieron una magnifica actuación con la iglesia llena de un publico asombrado.
Por la mañana, visitamos Torrubia con sus museos, horno y la iglesia con su magnifico retablo.
Después de una parada en Almenar, recibimiento con música de acordeón en Castil de Tierra, a la que siguió misa solemne y procesión por las calles del pueblo acompañados por música y una fina lluvia. Siguio la fiesta con más música y baile, donde no faltaron las sanjuaneras lo que nos abrio el apetito para la comida de hermandadque llevamos a cabo en el acogedor pueblo de Tejado.
Antes del concierto de la tarde, ya tuvimos un avance con el Ave María cantado durante la misa que nos anunciaba el exito que supusieron todas y cada una de las intervenciones que fueron celebradas con aplausos por todos los asistentes y que en prueba de agradecimiento recibierón los componentes de AMBA libros de Soria y una placa de recuerdo de esta actuación.
Gracias a todos, especialmente a su director Miguel Ángel Santolaria que debido a la buena relación entre el y Don Florentino ha sido posible esta fiesta que todos tardaremos en olvidar.
Como colofón de este día tan extraordinario, el Ayuntamiento de la Villa de Tejado nos ofrecio un completo vino español que a todos nos dejo muy satisfechos.
Sin tener que nombrar a nadie, muchas gracias a todos.
Luis Carramiñana. Centro Soriano de Zaragoza.
