El objetivo marcado este año era la recuperación de una antigua merienda: los "hormigos".
Se investigaron varias recetas, se hicieron experimentos previos pero, a la hora de la verdad, quienes finalmente triunfaron fueron las expertas mujeres tejaderas. Nada como su saber hacer y su veteranía a la hora de cocinar los ricos hormigos.
Hubo algo de música para acompañar y, porque no solo de hormigos vive el hombre, nos dimos el gustazo de saborear un buen chocolate con toda suerte de repostería y, lo que más éxito tuvo, pan tostado.
Se consiguió pasar una tarde divertida, con entorno a los 30 participantes que no abandonaron totalmente el local hasta pasadas las 11 de la noche.
El año que viene más y mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario